Telefónica ha decidido fusionar sus filiales Telefónica I+D y Telefónica Digital para crear una nueva entidad llamada Telefónica Innovación Digital. Con esta fusión, se pretende acelerar los servicios digitales del grupo de telecomunicaciones, introduciendo nuevos productos y servicios para uso interno. El objetivo principal de esta nueva compañía será aplicar desarrollos que permitan a Telefónica anticipar el futuro y captar nuevas oportunidades de negocio.
Telefónica Innovación Digital desempeñará un papel clave en asuntos estratégicos relacionados con la innovación, gestión de datos, plataformas digitales, productos y servicios digitales. Además, se enfocará en la innovación de nuevos productos y servicios digitales, especialmente en áreas como el big data, el análisis de datos y la inteligencia artificial.
Comentamos este movimiento con el socio responsable del área de Energía, Infraestructuras y TMT en Eraneos Iberia, Pedro Irujo.
Esta fusión de las funciones de I+D y al área Digital, en la nueva Telefónica Innovación Digital, es una declaración de intenciones del Grupo poniendo unos activos y recursos estratégicos de la compañía más cerca de sus clientes finales.
El gran desafío que tienen las funciones de I+D en las grandes compañías, suele ser el desarrollar productos y servicios que realmente sean escalables y útiles, es decir que respondan a una necesidad latente o futura de los usuarios y que por ende se transformen en futuros ingresos. Es por ello que tener una visión unificada de la I+D+i es interesante si se consigue orquestar de manera adecuada, permitiendo que esta última i de innovación, sea también la i de IVA, es decir, de ingresos reales para las compañías.
Desde Eraneos, pensamos que no solo el éxito a largo plazo, sino la supervivencia de las empresas depende directamente de la innovación, entendida como el diseño, desarrollo de nuevas ideas, productos y servicios. En esta línea considero que es una decisión acertada, acercando la investigación y desarrollo (patentes incluidas) al mercado real de los clientes, independientemente de la unidad de Telefónica que las comercialice en el mercado.
A priori esta decisión estratégica suena prometedora, ahora bien, la clave estará en cómo realmente Telefónica ejecute la misma.