El ciclo de vida de una compañía ya no es lo que era. La vida media de las empresas se ha acortado tanto en los últimos años que nos hemos visto obligados a reflexionar sobre lo que está sucediendo. Marcas que parecían inmortales han desaparecido de la faz de la tierra, pero lo más importante: lo han hecho siguiendo las teorías que dictan los manuales de estrategia corporativa al pie de la letra. Grandes iconos como BlackBerry o Blockbuster no vieron la amenaza en competidores como Apple o Netflix, y se mantuvieron firmes en la búsqueda de ventajas competitivas duraderas para apuntalar sus modelos de negocio que creían imbatibles.
Hoy sabemos que cometieron un error, y que muchas compañías caen en la misma falsa creencia de que si tienes una fórmula de éxito debes aferrarte a ella con todas sus fuerzas. Hoy sabemos que la única garantía de continuidad y liderazgo es el cambio permanente. “Las empresas no deben agotar el ciclo de vida de su producto o servicio, ni siquiera de su modelo de negocio”, asegura JuanJo Cukier, Principal de Eraneos y líder del área de Business Transformation de la consultora. Cukier, que acaba de publicar el paper ‘El Cambio Constante como Ventaja Competitiva’ desglosa siete prácticas sencillas para favorecer la cultura de innovación y el entorno de agilidad adecuados para que se generen las propuestas de cambio necesarias.
Algunas de esas prácticas están relacionadas con las formas de trabajo ágil y con la construcción de un funnel de propuestas de innovación interna; otras tienen más que ver con la salud y el bienestar de los empleados, así como con favorecer relaciones personales de calidad, un compañerismo que es la base de la satisfacción laboral.
