Productividad para satisfacer a clientes y empleados

Artículo Digital Business & Innovation Organizational Excellence & Transformation

En su búsqueda constante de la eficiencia y el crecimiento empresarial, no son pocas las organizaciones que caen en el error de enfocarse exclusivamente en la mejora de su productividad y rentabilidad, descuidando el impacto bidireccional que tienen sus empleados en este binomio. No es posible manejar ninguno de los dos conceptos sin incorporar el factor humano.

Si echamos la mirada atrás, en el pasado ya ha habido gestores que han intentado ampliar el alcance de esta ecuación empresarial. El cofundador de Apple, Steve Jobs, por ejemplo, supo ver que la productividad va más allá de las métricas financieras. Jobs se esforzó por crear un entorno donde la creatividad y la innovación se convirtieran en el motor del éxito.
Afortunadamente, en la actualidad prima un nuevo compromiso ético en el que la productividad no debe lograrse a expensas de la dignidad humana. Alcanzar el éxito empresarial a largo plazo, esto es, sin entregarse a los cantos de sirena de ganancias cortoplacistas, implica necesariamente combinar el desarrollo humano con el económico. Así pues, la gestión de las personas debe ir alineada con los objetivos estratégicos para lograr una mejora en la productividad resiliente y con propósito.

¿Qué entendemos por Productividad en Eraneos?

En esta coyuntura, el quid de la cuestión es definir en qué consiste la productividad, pues de ello dependerá emprender unas u otras medidas. En Eraneos entendemos la productividad como la relación entre el valor entregado y la inversión realizada mientras se mantiene la motivación y el rendimiento de los equipos, sin dejar a nadie atrás.
Con esta visión puede afirmarse que las empresas que priorizan tanto el bienestar de sus empleados como la eficiencia operativa están mejor posicionadas para alcanzar la excelencia empresarial a largo plazo. ¿Qué implica este planteamiento? Conseguir el equilibrio entre el desarrollo económico y el humano.
 
De nada servirá volcar los esfuerzos en el desarrollo humano si a este trabajo no le acompaña un enfoque de desarrollo económico con el que garantizar la sostenibilidad en el tiempo. A la postre, sin ésta última parte de la fórmula, el propio desarrollo humano estaría abocado al fracaso. Con objeto de balancear ambas aproximaciones, existen unas recetas que se retroalimentan y terminan por conformar el círculo virtuoso hacia el éxito empresarial, mejorando la ventaja competitiva e impulsando la búsqueda de oportunidades de crecimiento rentable. Tres aspectos son esenciales:

  • Eficiencia operativa: Consiste en identificar y eliminar los procesos innecesarios o ineficientes que puedan frenar o, incluso, impedir la productividad y aumentar los costes. La tecnología, especialmente la asociada a las hiperautomatización inteligente, se presenta aquí como una aliada para liberar a los empleados de tareas repetitivas y mejorar la colaboración entre los equipos.
  • Innovación y foco en valor: Gracias a la eficiencia operativa y automatización indicados en el punto anterior, se libera a los equipos de un tiempo precioso. El siguiente paso consiste en aprovechar esa circunstancia y fomentar un ambiente que promueva la innovación y la entrega de valor. Sentirse alentados y reconocidos cuando se les abre la puerta para aportar valor añadido, pudiendo proponer nuevas ideas y soluciones que contribuyan directamente a la innovación continua y la mejora de la experiencia de cliente, es la mejor herramienta para mejorar el engagement de los empleados. Para ello, previamente, es necesario que los empleados estén alineados con el propósito y objetivos de la compañía, algo que se puede conseguir mediante la apuesta por la comunicación y la co-creación.
  • Adaptabilidad y resiliencia: Las empresas deben estar preparadas para enfrentar los desafíos y cambios del mercado. Esto implica ser proactivos en la identificación de tendencias emergentes, la anticipación de riesgos potenciales y la rápida adaptación a nuevas condiciones. La pandemia, la crisis en las cadenas de suministro o los conflictos bélicos que han generado una tensión inflacionaria son claros ejemplos de la volatilidad del escenario en el que han de desenvolverse las organizaciones.

Nuestro método

Desde Eraneos abordamos la Productividad de la siguiente manera:

  1. Adaptar el método de medición de la productividad a la naturaleza del producto/servicio y a la organización. No existe una única medida de productividad, por lo que es necesario personalizar el enfoque de medición para reflejar con precisión la eficiencia y el valor agregado, ya no sólo de cada empresa con sus singularidades sino, incluso, de cada área dentro de una misma organización.
  2. Profundizando en el punto anterior, es preciso utilizar métricas específicas para medir la productividad según el área de la compañía en el que se esté operando. Para ilustrar esta afirmación, basta comprobar cuán diferente puede ser el concepto de productividad si se encuadra en el área de tecnología o si se lleva a la de operaciones o negocio. Además, es imprescindible tener en consideración los indicadores propios de cada departamento a la hora de analizar la evolución desde un enfoque integral, evitando de ese modo quedarnos anclados únicamente en las métricas productivas, perdiendo el contexto global de la entrega de valor.
  3. Identificar e implementar iniciativas para mejorar la productividad. Estas iniciativas pueden incluir la automatización de procesos, la orientación a producto, la implementación de la Inteligencia Artificial (IA), la integración de operaciones y tecnología o la priorización por valor.
  4. Monitorizar y ajustar porque, en contra del dicho popular, lo que no se mide, no sólo sí existe, sino que es susceptible de empeorar. Por este motivo resulta indispensable establecer un sistema de monitoreo continuo de la productividad a través de un dashboard definido. De esta manera, es posible analizar y visualizar la relación entre diferentes métricas, identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas basadas en datos para aumentar la eficiencia y reducir los costes. A fin de cuentas, este es un proceso iterativo en el que las mejoras hay que trabajarlas ad hoc con cada unidad productiva, considerando sus singularidades.
  5. Enfoque en la entrega de valor: la estrategia para aumentar la productividad debe estar centrada en la entrega temprana y continua de valor al cliente. Esto implica optimizar los procesos para garantizar que los productos y servicios se entreguen de manera eficiente y con la máxima calidad.

En resumen, aumentar la productividad en el entorno empresarial requiere un enfoque integral que abarque la medición precisa, la implementación de iniciativas de mejora y un enfoque centrado en la entrega de valor. Esas son las llaves de la empresa para la mejora de la eficiencia operativa, la reducción de costes y, en definitiva, mantenerse competitiva en un entorno empresarial en constante cambio. Se trata de un planteamiento multidisciplinar que aquilata la cultura empresarial, en la que el bienestar del trabajador ha de ser una máxima irrenunciable por el impacto que tiene en el resultado final.  
 

Beatriz Hierro

Manager

Servicios Financieros

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