El sector de la hospitalidad atraviesa una revolución digital, enfocada en optimizar procesos y enriquecer la experiencia del cliente. Es esencial ser meticulosos con los procedimientos que rigen la empresa, especialmente con aquellos que son más operativos y cercanos al cliente. La tecnología desempeña un papel crucial en la eficiencia operativa. Por ende, la adopción de soluciones se está acelerando rápidamente.
Un ejemplo es la introducción de tecnologías como RPA, que ingresa al sector con fuerza gracias a su capacidad para reducir el tiempo en tareas administrativas. Esto se concentra particularmente en equipos de back-office, permitiéndoles enfocarse en actividades de mayor valor para clientes y el negocio.
Otra solución es la migración a la nube, destinada a minimizar costos de infraestructura informática. Esto garantiza la seguridad y disponibilidad de los datos de los huéspedes y reduce significativamente los gastos en hardware. Dada la rápida evolución, numerosas compañías optan por soluciones en la nube que optimizan la gestión de sistemas internos, como PMS, CRM o CRS.
Meliá es un ejemplo exitoso, al migrar su sistema de reservas central a la nube, adaptándose a las demandas del sector. La empresa logró ahorrar hasta un 58% de costes con una infraestructura de pago por uso en tiempos de crisis sanitaria, logrando un ahorro del 40% anual previo a la crisis. Además, Meliá pudo transformar su modelo tradicional de centro de llamadas para responder a desafíos globales, adoptar un modelo de trabajo en remoto con Amazon WorkSpaces y probar un proceso acelerado de check-in sin contacto en sus hoteles.
La innovación es esencial y debe integrarse en todas las organizaciones. Por lo tanto, la capacitación en tecnología colaborativa es clave. Invertir en formación puede desarrollar el talento y aportar mayor valor a la empresa, ayudando a los empleados a adquirir habilidades competitivas en esta era digital.
